Las instalaciones de 10 millones de dólares y 3600 m2, que estarán acabadas para junio de 2019, remarcan el compromiso de ABB con los avances en el campo de la movilidad sostenible. Hace poco, la revista Fortune reconoció
mundialmente a ABB al situarla en el 8.º lugar de su lista de empresas que “están cambiando el mundo” por los avances que ha hecho en movilidad eléctrica y en la carga de VE. Frank Muehlon, director gerente del negocio de carga de VE de ABB, comentó: «La inversión en esta nueva sede y centro de I+D demuestra el compromiso de ABB con el liderazgo tecnológico y el establecimiento de estándares en materia de movilidad sostenible. Las instalaciones nos permitirán aumentar el ritmo de las pruebas y del desarrollo de los productos, con lo que podremos sacar al mercado productos innovadores con mayor rapidez».
El complejo, situado en la parte sur del campus de TU Delft y con cabida para hasta 120 personas, marcará el regreso de la división de ABB dedicada a la recarga de vehículos eléctricos al lugar donde fue concebida. De hecho, los estudiantes que fundaron Epyon (la empresa emergente de recarga de vehículos eléctricos adquirida por ABB en 2011), eran antiguos alumnos de la Universidad Técnica de Delft. Con la interoperabilidad como eje central de los cargadores de ABB, el edificio está equipado con la última tecnología para garantizar que los cargadores de ABB sean compatibles con todos los tipos de vehículos. Los simuladores se han construido expresamente con esa finalidad, y el 95 % de todas las pruebas se realizarán con una copia digital de los vehículos habilitada en el simulador.
Como en el simulador no puede probarse el comportamiento del coche ni del cargador en clima cálido o frío, ABB está desarrollando salas ambientales para tal fin, donde los sistemas estarán sometidos a condiciones extremas, incluyendo un rango de temperaturas entre -40 y +40 grados centígrados y una alta humedad.
También se está diseñando la instalación para avanzar en la carga para el segmento de los autobuses eléctricos que crece rápidamente, con zonas de prueba lo bastante grandes para que quepa un autobús de transporte público.
Como parte del compromiso de ABB de hacer funcionar el mundo sin agotar la Tierra, era vital no solo crear un edificio que pudiera avanzar en el progreso de la movilidad sostenible, sino también crear unas instalaciones que fueran cien por cien sostenibles por sí mismas.
Para la calefacción y refrigeración, el complejo de ABB estará conectado a la planta geotérmica de calefacción y refrigeración de la universidad de Delft. Mientras tanto, el techo albergará paneles solares, con inversores solares de ABB para convertir la corriente continua cosechada del sol en corriente alterna, que puede utilizarse para alimentar las instalaciones.
ABB también integrará sus soluciones eléctricas en todo el edificio, incluyendo transformadores, aparamenta, productos de construcción más inteligentes y componentes protectores, como interruptores automáticos en miniatura,
dispositivos de corriente residual, dispositivos de protección contra sobretensiones, accesorios inteligentes, de control, señalización y medición.
Para concluir, Frank Muehlon afirmó: «Este edificio es un paso significativo en el crecimiento continuo de nuestro negocio de recarga de vehículos eléctricos. El factor más importante para impulsar los avances tecnológicos es el talento y no podríamos pedir un lugar que inspire más talento que el campus de la universidad de Delft, donde estaremos rodeados por la próxima generación de ingenieros eléctricos e industriales».
Como parte de la relación con la UT de Delft, las nuevas instalaciones de ABB podrán recibir a estudiantes de doctorado y másteres de la universidad.