Pero muy especialmente su gama de depósitos de acumulación. Los acumuladores de la serie ACV además de estar fabricados con materiales resistentes a la corrosión como el acero inoxidable, incorporan una tecnología propia que los convierte en una solución singularmente eficiente y fiable. El sistema “tank in tank”.

Tecnología Tank in Tank

A menudo, las mejores soluciones son las que nacen de ideas aparentemente sencillas. Y este es el caso de Tank in Tank. Un sistema que se basa principalmente en la reducción de las superficies de transferencia. Los interacumuladores Tank in Tank de la serie ACV incorporan un depósito de ACS íntegramente sumergido en un depósito externo, que contiene el fluido del circuito primario. El depósito interno, de acero inoxidable, actúa como un intercambiador de calor con una gran superficie de intercambio.

Reduciendo el volumen de acumulación requerido, el espacio ocupado y obteniendo mejores prestaciones.

Además, en los depósitos equipados con esta tecnología, la temperatura resulta más homogénea en toda su superficie y se elimina la estratificación, por lo que se reduce el tiempo de llegada a la temperatura de consigna.

Por otra parte, el depósito interior ofrece un diseño corrugado, que permite la expansión y la contracción de sus paredes al dilatarse y contraerse por las variaciones de temperatura a que está sometido durante su funcionamiento. Este efecto "acordeón" evita de manera mecánica las incrustaciones de cal en las paredes del mismo depósito, manteniéndolas siempre en suspensión y siendo evacuadas cuando se produce demanda de agua caliente.