Está demostrado que no disponer de una adecuada ventilación y una correcta climatización contribuye a reducir el rendimiento escolar, reducir el impacto de la contaminación exterior y reducir la transmisión de enfermedades infecciosas.
La normativa actual establece que se debe garantizar una renovación de 45 m3/h por persona en las aulas y en el caso de guarderías 72 m3/h por persona. En este sentido, las aulas deberían cumplir, de forma aproximada, unas cinco renovaciones de aire por hora. Sin embargo, se considera igualmente necesario la instalación de detectores de CO2 (dióxido de carbono), controles de humedad (40-60%) y sensores de temperatura (21-23ªC en invierno y 24-26ªC en verano) como indicadores de la calidad del aire y del correcto funcionamiento de los sistemas de ventilación y climatización. Una concentración por encima de 800 partículas de CO2 por millón (ppm) puede provocar falta de concentración y aumentar el riesgo de infección.
La ventilación natural es una opción, pero hay que tener en cuenta que esta es inviable especialmente en centros ubicados en zonas con un índice elevado de contaminación, además de que no garantiza las condiciones de confort, especialmente en los días más calurosos y más fríos del año. Por lo tanto, el sistema de ventilación mecánica son capaces de asegurar esta renovación y garantizar la calidad del aire mediante sistemas de filtrado.
La situación de los centros educativos no siempre es la más favorable para instalar estos sistemas, pero es necesario diseñar instalaciones que tengan como objetivo alcanzar los objetivos que marca la legislación existente. FEGiCAT y su comisión de expertos en este tipo de instalaciones apuesta, más allá de las soluciones tradicionales o mecánicas, por el uso de recuperadores entálpicos en salas climatizadas.
Ramón Ruiz, Jefe de la Comisión de FEGiCAT, expone que "está siendo una tecnología altamente utilizada porque ayuda a mejorar notablemente los ratios de eficiencia energética y reducir las emisiones de gases contaminantes".
Efectos sobre el rendimiento de los alumnos
Según diversos estudios de la Universidad de Harvard, la falta de confort térmico afecta de forma severa al rendimiento de los alumnos. Los países más calurosos tienden a obtener una puntuación más baja en las pruebas de excelencia académica, y a través de una prueba estandarizada en institutos sin aire acondicionado las conclusiones del estudio van más allá. Los resultados muestran que, por cada aumento de 0,56ºC en la temperatura, disminuye la puntuación del estudiante, lo que equivale al 1% de un año de aprendizaje. Según otro estudio realizado en escuelas finlandesas, los alumnos que se sentían más cómodos obtuvieron un 4% más de puntuación que el resto de compañeros.
Sin embargo, varios estudios también concluyen que la exposición a varios contaminantes atmosféricos en los edificios escolares puede perjudicar gravemente la salud de los alumnos, ya que inhalan un volumen de aire mayor que los adultos en proporción a su peso corporal. Además de aumentar los riesgos de padecer enfermedades respiratorias y cardiovasculares, la contaminación puede afectar la capacidad de atención y el rendimiento escolar de los niños, debido a su efecto tóxico en el sistema nervioso.
¿Cuál es la ley de aplicación?
La normativa actual de aplicación es el Código Técnico de la Edificación (CTE DB HS-3) y el Reglamento de instalaciones Térmicas en Edificios (RITE).
El problema de las aulas
Así pues, FEGiCAT recuerda que es necesario asegurarse de que las aulas de nuestras escuelas cumplan con los requisitos legales exigidos en materia de confort térmico y calidad de aire, incorporando sensores y aquellas tecnologías que ayuden a mejorar la eficiencia energética de la solución diseñada.
En este sentido, Ramón Ruiz, destaca que "es importante que las escuelas realicen el correcto mantenimiento regular de sus sistemas de ventilación y climatización y aseguren su correcto funcionamiento. Esto puede incluir la limpieza y el mantenimiento de los filtros y otros componentes del sistema".
En conclusión, la renovación del aire y el confort térmico en las aulas de las escuelas es un aspecto clave para asegurar una calidad del aire interior saludable y prevenir problemas de salud. Es importante que las escuelas cumplan con la normativa vigente y consideren la instalación de un sistema de ventilación mecánica para asegurar una renovación de aire adecuada.
