Los puntos de luz de paseos marítimos, puertos, muelles y demás áreas costeras están expuestos a un ambiente húmedo y salino con un poder de corrosión muy intenso, debido especialmente a la presencia del ion cloruro, uno de los más nocivos para la integridad de los metales.
El veloz desgaste generado por estas condiciones compromete la seguridad estructural y la resistencia mecánica de las columnas y báculos, y menoscaba la hermeticidad de las luminarias, lo que ocasiona averías frecuentes y alteraciones en el rendimiento.
Este inconveniente se traduce, aparte de en riesgo para las personas, en una cuantiosa y constante inversión en mantenimiento y en un despliegue logístico complejo por parte de los municipios: organización de cuadrillas para el pintado de las columnas, revisiones, reemplazo de piezas desgastadas, reparación de luminarias, etcétera. Hoy en día, la proximidad del mar sigue representando un importante aumento del gasto público dedicado al alumbrado.
Sin embargo, actualmente ya existen alternativas en el mercado que resuelven este problema. La compañía navarra ATP Iluminación utiliza polímeros técnicos de ingeniería para fabricar sus conjuntos de alumbrado exterior LED, en lugar de metal. Dichos materiales tienen la particularidad de ser inmunes a la corrosión y, por ello no necesitan mantenimiento. Así, optar por este tipo de luminarias y columnas en instalaciones de alumbrado público junto al mar supone un ahorro sustancial para las arcas municipales.
Por otro lado, la ausencia de mantenimiento brinda una gran comodidad a las instituciones encargadas de gestionar el alumbrado exterior, ya que basta con instalar los conjuntos y dejarlos funcionar, sin necesidad de organizar ninguna otra tarea. Para asegurarse de que los municipios costeros puedan dar por resuelta a largo plazo la corrosión en sus instalaciones de alumbrado público, la firma ofrece además una garantía integral de 10 años en todos sus productos.