Una vez pasada la primera gran revolución de la era moderna de la iluminación que fue la ledificación, toca fijarse en algo más que el “lumen/watio”. Es ahí donde los fabricantes verticales al fabricar y controlar todos los componentes y procesos que lleva una luminaria pueden aportar un valor diferencial.
Moviéndose dentro del marco normativo, los fabricantes deben decidir, en primera instancia, qué camino tomar entre diferentes cuestiones como la eficiencia, la robustez, la fiabilidad, la calidad de luz o el precio, a la hora de diseñar luminarias para alumbrado público.
Como primera gran diferenciación está la elección del chip de LED. Existen dos tipos: media potencia (<1W) y alta potencia (>1W), y dentro de éste último están los de “Ceramic package” o “Plastic package”.
Los chip de media potencia están pensados para aplicaciones indoor (downlight, paneles…) aunque hay fabricantes que los utilizan en la búsqueda de un precio más competitivo para luminarias de alumbrado público. Por otro lado, los chip de alta potencia están pensados para las aplicaciones outdoor ya que una de sus ventajas es que las soldaduras internas son más robustas para el exterior.
Una vez se ha tomado la decisión del chip que se quiere, viene la elección de lo que se quiere conseguir, si una alta eficiencia lumínica, para la que entonces se utilizará “plastic package” o, por otro lado, si se quiere una gran robustez y fiabilidad a la vez que una buena eficiencia lumínica sin ser la mejor del mercado. Es ahí donde se optará por “Ceramic package”.
- Como segunda diferenciación está la optimización de los parámetros del driver y de los componentes en función de la carga. Con ello se consiguen unos buenos valores de eficiencia, factor de potencia y tasa de armónicos a plena y media carga cuando entra la regulación. Además, los fabricantes de drivers, al controlar el diseño y la selección de componentes, lo optimizan para tener una corriente de entrada al driver y de salida al LED controlada. De esta manera se evitan saltos de los magnetotérmicos y fallos prematuros del LED, a la vez que se garantiza una buena calidad de la luz.
- Otra diferenciación cada vez más importante se encuentra en la parte lumínica y óptica. Una buena selección del chip de LED acompañado de una amplia colorimetría y una buena selección de lentes y reflectores acompañada de un buen proyecto lumínico, hace que se optimice la iluminación del vial a la vez que se reduce la contaminación lumínica siendo respetuoso con el entorno.
- Como última diferenciación importante está la carcasa o envolvente, cuyo diseño y materiales utilizados son claves para tener una larga vida útil de la luminaria garantizando todos los parámetros.
Actualmente las tendencias van hacia envolventes de doble compartimento, uno para la parte lumínica y otro para los componentes. En lo referente a la parte superior de la luminaria se recomienda una superficie lisa para prevenir la acumulación de la suciedad, y modular para facilitar el futuro mantenimiento de cara a favorecer la economía circular.
La elección de un camino u otro en el diseño y la fabricación de luminarias para aplicaciones de alumbrado exterior dependerán, en gran medida, de los objetivos marcados al inicio del proyecto lumínico. Por ello, se hace fundamental la correcta planificación de los requisitos de partida para asegurar el éxito de la instalación.
