«La sede de Rittal en Haiger puede bautizarse sin lugar a dudas como "fábrica verde". Deberíamos haberla construido en un balneario de aire limpio». Así de claro. Esta es la conclusión a la que llegó sin vacilar Jörg Kühn, responsable de seguridad, energía, medio ambiente y construcción en Rittal. Ha desempeñado un papel decisivo en el desarrollo del concepto medioambiental y energético de la fábrica y explica su importancia.
Como ejemplo de buenas prácticas, menciona la nueva instalación de pintura. Es una de las piezas centrales de la fábrica. Con la ayuda del sistema, los armarios de distribución que se producen en Haiger cuentan con la cubierta exterior protectora necesaria. Para hacernos una idea, podemos pensar en el proceso de pintura de un automóvil. Gracias a la cubierta exterior, los armarios de distribución son resistentes a la suciedad, el viento y el clima. ¿Qué tiene esto que ver con la protección del medio ambiente? Según Kühn, mucho: «el calor residual generado durante el proceso de pintura se reutiliza en otros lugares, por ejemplo, para desengrasar componentes en producción o para la calefacción de las naves». En realidad, es bastante sencillo, aunque no evidente.
El consumo de agua en la fábrica de Haiger también presenta una gran eficiencia energética. El agua utilizada durante el funcionamiento se limpia y reutiliza en un sistema de circuito cerrado: «La industria de alta tecnología y la protección del medio ambiente no se excluyen», afirma Jörg Kühn sobre estos sistemas de reciclaje. No solo cumplían con los requisitos legales, sino que van más allá de la protección del medio ambiente: «porque se puede hacer más de lo que se debe», señala el experto, y recuerda la importancia de la concienciación para un uso sostenible del medio ambiente. Si la tecnología punta pudiera ayudar a la industria, sería algo realmente bueno.
Para ampliar la información, consulta la página de Rittal.