El 70,85% de las empresas instaladoras de Cataluña ha perdido más de un 75% de su actividad desde la aplicación del Estado de Alarma el pasado 14 de marzo. En esta línea, para el 19% de los instaladores catalanes, el descenso ha sido significativo, es decir, han perdido entre un 50 y un 75% de su actividad. Estos son datos extraídos de una encuesta que ha elaborado la Federación de Gremios de Instaladores de Cataluña (Fegicat) y que han respondido 1.451 empresas adheridas a la entidad.
Por contra, solo un 7% de los instaladores asegura que la situación de emergencia que estamos viviendo ha afectado poco a su actividad –entre un 25 y un 50%-, y el 4% restante afirma que la incidencia ha sido nula, es decir, de menos del 25% de su actividad.
El Presidente de FEGiCAT, Jaume Alcaide, alerta que el sector catalán está pasando por una “situación crítica como es la falta de Equipos de Protección Individual (EPI), que obliga a los operarios a trabajar sin las medidas básicas de protección”. Alcaide añade que desde la semana pasada los servicios que prestan las empresas instaladoras, como la reparación de averías urgentes que afecten a suministros básicos como el agua, la luz, el gas, la calefacción o las telecomunicaciones, están recogidos como servicios esenciales y “es necesario que los operarios trabajen con las garantías necesarias”.