La radiación con luz UV es una tecnología muy eficaz para la desinfección de patógenos que lleva mucho tiempo aplicándose en diversos campos. Su efecto desinfectante aumenta al incrementar la dosis de radiación que se aplique, un parámetro que se puede controlar con facilidad. Así pues, se trata de un tecnología fiable, simple y económica que, utilizada con cautela y siguiendo las normas de seguridad necesarias, puede convertirse en una pieza clave en la lucha contra el COVID-19.
Cabe señalar que la ciencia y tecnologías que hay detrás de la radiación UV son complejas, siendo este un campo que todavía cuenta un amplio margen para la investigación y la mejora.
No podemos ignorar los efectos negativos que un mal uso de la radiación UV puede acarrear. En este sentido, el clúster de iluminación CICAT y sus empresas asociadas advierten de la importancia de hacer un buen uso de esta tecnología, siguiendo las pautas y normas destinadas a la protección del usuario.
Por todos es conocido que la exposición inadecuada a la radiación UV puede tener efectos nocivos para la salud. Afecta, especialmente, a la piel y la vista, pudiendo llegar a causar, por ejemplo, cáncer cutáneo y afectaciones en la córnea. Por este motivo, es fundamental asegurar la correcta selección de fuentes de radiación UV, incluyendo su control de calidad, instalación, mantenimiento y uso correcto. Un ejemplo de esta práctica podría ser señalar adecuadamente la presencia de sistemas UV en funcionamiento, para prevenir observaciones incidentales.
Dada la importancia del buen uso de la radiación UV, el clúster CICAT ha organizado un grupo de trabajo en el que se desarrollará una guía práctica de aplicación de instalación y uso de esta tecnología. Dicho grupo de trabajo estará liderado por la organización EURECAT y tendrá como objetivo la publicación de la guía antes mencionada para que la lucha contra el COVID-19 sea rápida, eficaz y segura.