En particular cuando integran renovación de aire, pueden contribuir a reducir la concentración del virus SARS-CoV-2 en el aire interior y, por lo tanto, disminuir el riesgo de transmisión.
En la época del año en que nos encontramos, las temperaturas comienzan a subir y, con ello ,el uso masivo de sistemas de climatización. Teniendo en cuenta la situación de confinamiento derivada del COVID-19, es de especial interés destacar que el aire acondicionado es un buen aliado para hacer frente a las altas temperaturas que tendremos en breve.
Los sistemas y equipos de climatización mejoran la calidad de vida de las personas, proporcionando confort y contribuyendo a obtener entornos más saludables. Además de conseguir la temperatura y humedad ambiental adecuada, son capaces de renovar y filtrar el aire interior, eliminando micropartículas del ambiente, haciendo así que el aire que se respira sea más limpio.
Expertos de diferentes Asociaciones como ASHRAE (Sociedad Estadounidense de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado), REHVA (Federación de Asociaciones Europeas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado) y ATECYR (Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración) han concluido que la ventilación y la filtración proporcionadas por los sistemas de climatización, utilizados para calefacción y refrigeración, contribuyen a reducir la concentración de los virus y bacterias en el aire interior y, por lo tanto, el riesgo de transmisión.
En la actualidad, la situación derivada de la pandemia, también ha sacado a la luz, diversos beneficios de los equipos de climatización:
Las instalaciones de climatización son seguras y necesarias para alcanzar unas condiciones óptimas de bienestar e higiene en el interior de los edificios, mejorando la calidad del aire interior.
Espacios no acondicionados pueden provocar estrés térmico en personas, lo que puede perjudicar a quiénes estén en situación de convalecencia. Lo más recomendado es mantener unas condiciones interiores de temperatura en época de calefacción, entre 19ºC y 21ºC, y, en época de refrigeración, entre 24ºC y 26ºC, con una humedad relativa del 40%-60%.
Una adecuada ventilación de espacios, independiente o integrada en sistemas de climatización, garantiza una renovación permanente de aire, y ayuda a eliminar partículas suspendidas en el aire, de tal manera que reduce el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.
No es recomendable, para reducir la transmisión del virus, detener los sistemas e instalaciones de climatización y ventilación, siendo muy importante un buen mantenimiento de los mismos.
Los filtros de los equipos de aire acondicionado, reducen las partículas suspendidas en el aire, por lo que contribuyen a mejorar la calidad del aire interior. Es esencial la limpieza de los mismos y un buen mantenimiento.
Los propios equipos de aire acondicionado pueden incluir, sistemas de purificación y filtración del aire de alta eficiencia, en base a tecnologías que han demostrado su alta eficacia, por ejemplo, mediante radiación UV; fotocatalización, mediante dióxido de Titanio TiO2; procesos de filtración Iónica, etc., para reducir virus/bacterias y partículas en suspensión, todo ello mediante la propia recirculación del aire, comandada y monitorizada por el mismo equipo o sistema.