Con el Reglamento F-Gas sobre la eliminación de gases refrigerantes de alto PCA (Potencial de Calentamiento Atmosférico) entrando en su recta final, el sector del frío ha contribuido a reducir considerablemente las emisiones de gases nocivos para el medioambiente. Pero el gran esfuerzo inversor de la familia de empresas que forman el sector –fabricantes de refrigerantes, de sistemas frigoríficos e instaladores- no solo se ha centrado en los gases refrigerantes, sino que se ha aplicado un enfoque multidisciplinar en el que el rendimiento del sistema frigorífico, la eficiencia energética y el control remoto tienen un efecto sobre el medioambiente incluso mayor que el PCA del refrigerante en sí mismo. Se calcula que la sustitución o adaptación de las viejas instalaciones por otras que implementen las nuevas tecnologías pueden suponer ahorros energéticos de en torno al 30 por ciento por sistema frigorífico.
La gran preocupación del sector es que la crisis económica derivada de la pandemia pueda suponer un freno a la renovación de instalaciones, lo que tendría un efecto negativo sobre los avances medioambientales que se han conseguido en los últimos años. Por ello, AEFYT, Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías, hace un llamamiento para que se pongan en marcha los instrumentos económicos necesarios para facilitar a las empresas la transición hacia una refrigeración sostenible.
“La refrigeración está preparada para dar el paso hacia la sostenibilidad y hacia la recuperación verde, pero no debemos olvidar las dificultades por las que pasan muchas empresas de diferentes sectores que han estado afectados por lo que se ha llamado el Gran Cierre. Es necesario que éstos sectores recuperen su actividad y su inversión en sistemas de refrigeración respetuosos con el medioambiente”, dijo Manuel Lamúa, gerente de AEFYT.
La gran variedad de nuevas tecnologías y nuevos refrigerantes que se han puesto en el mercado en los últimos años, en lo que supone un avance técnico sin precedentes por su profundidad y rapidez, son capaces de responder a las necesidades de cualquier sector económico que precise de la refrigeración para funcionar. Entre las primeras, podemos mencionar los sistemas integrales enfriados por agua, los sistemas secundarios con glicol, los sistemas subcríticos en cascada o los sistemas transcríticos, entre otros. Unos u otros introducen, además, nuevos refrigerantes de bajo PCA, como el CO2, el amoniaco, los HFO A2L (refrigerantes ligeramente inflamables), etcétera.
Con estas bases, el sector del frío está preparado para formar parte de la “Recuperación Verde” que inicia la Unión Europea en el periodo post-Covid. Para ello, se debe tener en consideración no solo el plan fijado por el Reglamento F-Gas, sino una visión mucho más amplia que incluya el rendimiento del enfriamiento, la eficiencia energética, el ciclo de vida, el ecodiseño o el mantenimiento de la instalación, entre otros.