Por iniciativa del Consejo Mundial de la Fontanería (WPC), organismo internacional donde las empresas instaladoras españolas están representadas a través de Conaif, el 11 de marzo se celebra el Día Mundial de la Fontanería (World Plumbing Day). Una celebración que busca sensibilizar a la sociedad sobre el papel esencial que la fontanería tiene en nuestras vidas y en nuestros gestos cotidianos y en la que Conaif y Geberit quieren agradecer especialmente a los profesionales de la fontanería su labor realizada durante este difícil año de pandemia.
La apuesta de Geberit, especialista en porcelana sanitaria y tecnología para el baño, con motivo del World Plumbing Day, es clara: las empresas del sector deben desarrollar tecnología que integre diseño y funcionalidad para mejorar la vida del usuario y que, a la vez, facilite la labor del profesional con sistemas eficientes, de instalación fácil y mantenimiento sencillo.
Para la empresa líder del sector en Europa, este objetivo se sintetiza en el desarrollo de productos como sus cisternas empotradas. En efecto, desde la creación de su primera cisterna empotrada en 1964, Geberit no ha parado de perfeccionar este producto pensando no solo en el usuario sino también en el profesional.
Un bastidor de montaje autoportante gracias al cual la cisterna puede ser instalada por un solo operario o el fácil acceso a los mecanismos del interior a través del pulsador, sin necesidad de usar herramientas, son solo dos ejemplos de ese esfuerzo por desarrollar productos que reducen el tiempo destinado a las tareas de instalación y mantenimiento y que permiten, al profesional, ser más eficaz y productivo.
Al mismo tiempo, con estas soluciones fáciles de instalar, fiables, silenciosas y sostenibles, que esconden la tecnología detrás de la pared, los profesionales aportan valor añadido a sus clientes ofreciéndoles baños innovadores, más espaciosos y de muy fácil limpieza.
Para David Mayolas, Director General de Geberit Iberia, apoyar a Conaif en el World Plumbing Day es sinónimo de “luchar contra la percepción generalizada de que la actividad de los profesionales de la fontanería se corresponde básicamente con tareas como desatascar desagües o reparar fugas de agua ya que su trabajo es mucho más complejo y cualitativo. Tenemos el reto de proteger esta profesión y conseguir que la sociedad le confiera el valor que se merece ya que, de hecho, de una buena instalación y un mantenimiento eficaz de los sistemas de canalización del agua de los hogares y edificios dependen en buena medida la salud y el bienestar de todos”.