La instalación de sistemas de climatización más eficientes, como la aerotermia, es una prioridad para la economía doméstica y el medio ambiente.
Desde Europa se está fomentando el cambio, como se puede deducir del reciente acuerdo firmado por la Comisión y el Parlamento Europeo para la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética, donde se apuesta por modelos de climatización más eficientes, como la aerotermia.
En España, a través de diferentes programas de ayudas, también se está impulsando esta transición. El programa PREE 5000, que finaliza el próximo 31 de diciembre de 2023, incluía entre sus objetivos la sustitución de equipos de generación fósil, por térmicas renovables como la biomasa, la geotermia o la aerotermia.
Además, desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) y con la colaboración de AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización) se ha publicado una guía, “La bomba de calor en la rehabilitación energética de edificios”, para apoyar la implantación de los sistemas de aerotermia en el sector de la calefacción y la climatización.
Este esfuerzo enfocado a la renovación de sistemas en edificios existentes, tiene que ver con que en rehabilitación esta transición es más compleja y requiere de soluciones híbridas capaces de trabajar con altas temperaturas de impulsión para todo el espectro de condiciones externas.
“La renovación de las instalaciones de calefacción, sobre todo eN viviendas en altura (plurifamiliares) es muy complicada. En España, tan solo el 28% de las viviendas son unifamiliares, del resto, cerca de dos millones, cuenta con calefacción centralizada. La instalación de soluciones más eficientes, como la bomba de calor, para dar respuesta a las necesidades de calor en invierno es difícil por cuestiones de espacio, confort acústico (ruido de los equipos) y la propia electrificación del edificio”, explica Daniel Fernández, responsable Nacional de Ingeniería y Formación BU Heating Wolf Ibérica. “Sin embargo el ahorro es innegable y es una inversión que se recupera en el corto-medio plazo (8-10 años)”, puntualiza.
A estas cuestiones técnicas, hay que sumar las dificultades para encontrar en el mercado sistemas de aerotermia que puedan trabajar a altas temperaturas son problemas que están complicando su uso para renovación de equipos existentes.
Wolf cuenta con la bomba de calor aire-agua CHA Monoblock, una solución adecuada para su instalación tanto en obra nueva como para la renovación de la sala de calderas en inmuebles con calefacción central.
Esta solución Wolf permite trabajar en instalaciones centralizadas con emisores de hierro fundido a temperaturas de impulsión de entre 60º y 70º. En instalaciones híbridas, con un 30% de potencia instalada a carga parcial, esta bomba de calor es capaz de abordar el 60% de la demanda total de energía, pudiendo dar solución a la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) a alta temperatura.
“La bomba de calor CHA Monoblock permite integrar sistemas que sean capaces de trabajar a alta temperatura en todo el espectro de temperatura exterior de la calle”, asegura Roberto García, delegado Comercial Madrid y Segovia –Canal Directo BU Heating en Wolf.
Entre las ventajas de la bomba de calor CHA Monoblock cabe destacar que es extremadamente silenciosa, gracias a su innovador diseño inspirado en las alas de un búho. Su configuración mediante un sistema de módulos permite realizar su instalación de manera flexible, no siendo necesaria la realización de estudios de carga.
Además, esta solución Wolf emplea el refrigerante R290, más respetuoso con el medio ambiente y se puede cubrir su consumo de energía con soluciones renovables, como placas fotovoltaicas.
“La bomba de calor CHA Monoblock se puede instalar en todo tipo de salas de calderas, incluso en aquellas de grandes dimensiones, convirtiéndose en una de las mejores soluciones para la renovación de los equipos de calefacción en comunidades de vecinos”, finaliza García.