Sistemas técnicos de edificación
El artículo 2(6) explica que “sistema técnico de edificación significa el equipo técnico de un edificio o unidad de edificios para calefacción y refrigeración de espacios, ventilación, agua caliente sanitaria, iluminación integrada, automatización y control de edificios, energía renovable generada in situ y almacenamiento de energía, o una combinación de ambos, incluidos aquellos sistemas que utilicen energía procedente de fuentes renovables”.
En otras palabras, los sistemas técnicos de edificación son aquellos sistemas que hacen que los edificios funcionen; entre ellos, merecen especial atención los que se describen en los párrafos siguientes.
Según el artículo 13, los BACS1 y sistemas de monitorización, “cuando sea técnica y económicamente viable2”, serán necesarios en todos los edificios no residenciales, nuevos y existentes, siempre que sus sistemas técnicos de construcción, combinados, tengan una potencia nominal superior a 290 kW (este umbral es válido a partir del 31 de diciembre de 2024 y corresponde a una superficie de 830 m2 o 8.934 sq.ft.3). El umbral se reducirá a 70 kW antes del 31 de diciembre de 2024 (200 m2 o 2.153 sq.ft.).
Los BACS y los sistemas de monitorización evitarán las inspecciones in situ (art. 23) de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado. En ausencia de BACS o sistemas de monitorización, se requerirán inspecciones cada 5 años cuando la potencia térmica nominal combinada esté entre 70 kW y 290 kW, cada 3 años cuando sea superior a 290 kW.
Se proponen disposiciones similares para los edificios residenciales nuevos y los que se encuentran en proceso de renovaciones importantes.
Está claro que los BACS y los sistemas de monitorización son importantes para garantizar el funcionamiento eficiente de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
El Smart Readiness Indicator (SRI) refleja “la capacidad del edificio para detectar, interpretar, comunicar y responder activamente de manera eficiente a las condiciones cambiantes en relación con el funcionamiento de los sistemas técnicos del edificio, el entorno externo (incluidas las redes de energía) y las demandas de los ocupantes del edificio”.
En este sentido, el SRI califica la preparación inteligente de los edificios (o unidades de edificios) en su capacidad para realizar tres funciones clave:
- Optimizar la eficiencia energética y el rendimiento general en uso mediante productos y soluciones energéticamente eficientes, así como sistemas de monitorización para registrar los datos y enviar alertas preventivas.
- Adaptar su funcionamiento a las necesidades de los ocupantes: sensores, interfaces humano-máquina (HMI) y BACS pueden desempeñar un papel destacado en este sentido.
- Adaptarse a las señales de la red (por ejemplo, flexibilidad energética): los equipos y dispositivos necesitan comunicarse con la red eléctrica, ya sea directa o indirectamente a través de un sistema de gestión de energía (EMS), para adaptarse a la disponibilidad de energía de la red.
El SRI se expresará como un porcentaje, donde 100% significa que el edificio es lo más inteligente posible, 50% significa que está a la mitad de hacer lo mejor, y así sucesivamente. El porcentaje de SRI también se puede desglosar en valores adicionales que clasifican las tres funciones clave enumeradas anteriormente, y todo se puede publicar en una etiqueta específica asociada al edificio.
Imagen de la ficha técnica “The Smart Readiness Indicator (SRI) for rating smart Readiness of the European Building stock”
Aquí hay dos propuestas de evaluación:
El SRI5 ya estaba incluido en la antigua EPBD 2010/31/UE, pero es opcional y actualmente está en pruebas. Si estas pruebas tienen éxito, la Comisión decidirá si hace que el SRI sea obligatorio para edificios no residenciales con una potencia nominal efectiva para sistemas de calefacción, o sistemas combinados de calefacción y ventilación, de más de 290 kW (990 kBTU/h).
Conclusiones
La alineación recíproca de la EPBD con toda la legislación dentro del alcance del Green Deal de la UE la hará más eficaz a la hora de apoyar la eficiencia energética de los edificios, reducir su contaminación y mejora la IEQ (Calidad Ambiental Interior).
La industria HVAC/R puede beneficiarse doblemente de la alienación de la EPBD: en primer lugar, al ofrecer las soluciones necesarias para las disposiciones de la EPBD, las ventas aumentarán; en segundo lugar, si esas soluciones cumplen con la taxonomía financiera de la UE, las partes interesadas (fondos, bancos y otras entidades financieras) estarán más incentivadas a invertir en la industria.
1. BACS: Building Automation and Control System.
2. Referencia a sección 2.3.4. Technical, Economic and functional feasibility (Article 8(1), 14(4) y 15(4) de la EPBD de la Commission Recommedantion (EU) 2019/1019 of 7 June 2019 on building modernisation.
3. Estos rangos de áreas son aproximados y se dan como ejemplos. Se calculan de la siguiente manera:
• Suponiendo que 35 kW (120 kBTU/h) es la potencia de calefacción necesaria para calentar un piso de 100 m2 (1.076 sq.ft.), 290 kW (990 kBTU/h) se convierten en aproximadamente 830 m2 (8.934 sq.ft.).
• Los mismos cálculos para 70 kW (239 kBTU/h), que serían 200 m2 (2.153 sq.ft.).
4. Article 2.22 del texto aprobado por el Parlamento el 12 de marzo de 2024: “renovación importante significa que:
a) El coste total de la renovación relativa a la envolvente del edificio o a los sistemas técnicos del edificio es superior al 25% del valor del edificio, excluido el terreno en el que está situado; o
b) Se renueva más del 25% de la superficie de la envolvente del edificio.
Los Estados miembros podrán optar por aplicar la opción A o la B.
5. Article 15.