A pesar de que el Ministerio de Energía decidiera congelar por cuarto año consecutivo la parte regulada de la tarifa eléctrica, no ha podido evitar que la factura se dispare debido a la climatología y la subida de precio de la materia prima en los mercados internacionales.
El coste de la energía es uno de los grandes problemas que tiene que afrontar la sociedad española. A la hora de comparar a escala europea el coste de la energía en España y en otros países europeos nos damos cuenta de que, a pesar de ser el país del sol, es de los Estados miembros donde es más cara.
En este sentido, es interesante comprobar que el precio de la energía (€ kWh) en España para consumidores residenciales (entre 2.500 y 5.000 kWh / año) se sitúa entre los más altos de la UE, sensiblemente superior a la media de la UE, especialmente cuando realizamos la comparativa sin tasas. Concretamente, 23,0 c €/kWh respecto la media de la UE, de 20,5, y del área euro, de 22,0:
I REDUCIR EL GASTO ENERGÉTICO CON INSTALACIONES EFICIENTES I
Un buen diseño de las instalaciones en las obras de nueva ejecución es primordial para conseguir optimizar los consumos energéticos. Así lo asegura el especialista Miquel Puig Fàbrega, vicepresidente de AGIC-FERCA, quien afirma que la evolución tecnológica de los materiales, de los elementos de regulación y control, y de los equipos consumidores de energía, juegan a favor de la eficiencia energética y, por tanto, contribuyen a reducir la factura.
“Hay que ser muy estrictos a la hora de dimensionar las instalaciones a fin de no desperdiciar recursos técnicos, ni la energía que se consumirá para vivir en unas condiciones razonables de confort”, asegura Puig. Aparte de un buen diseño, otro aspecto muy importante para conseguir una instalación eficiente es que la ejecución sea fiel a las especificaciones técnicas del proyecto y en la normativa vigente. En este aspecto es imprescindible contratar a profesionales cualificados que garanticen un trabajo de calidad.
En cuanto a las instalaciones existentes y que ya tienen un cierto tiempo de vida, “hay que insistir en la rehabilitación integral de los edificios que necesariamente conlleva la renovación de instalaciones y equipos, pero también, actuar sobre los elementos constructivos, cerramientos, fachadas, ventanas, etc. “.
Finalmente debemos tener en cuenta que el precio de la energía varía horariamente. Este hecho irá cada vez siendo más relevante para la industria, por lo que no sólo es importante reducir el consumo en términos absolutos, sino también desplazarlo desde las horas más caras a las más baratas. Según Miquel Puig “este hecho abre la oportunidad a invertir en gestión de la demanda y en recursos energéticos distribuidos, como puede ser generación local (autoconsumo) e incluso baterías”.
I ALTERNATIVAS PARA REDUCIR LA FACTURA CADA MESI
En el ámbito doméstico, que es donde más se ha incrementado el coste de la factura en los últimos años, hay diferentes conceptos a tener en cuenta. El primero es asegurarnos de que la tarifa concertada en la factura es la idónea. En este sentido, es recomendable ponerse en manos del instalador autorizado para recibir un asesoramiento personalizado y de confianza.
Para reducir la factura, una acción prioritaria es conocer de qué manera consumimos. Tenemos la opción de acceder a los datos del contador digital a través de un portal web de la compañía distribuidora. Aunque sería deseable poder ceder estos datos a expertos para su análisis, ya es posible ver nuestro perfil de consumo horario. Después, fijar objetivos de ahorro, y, finalmente, realizar una serie de acciones para reducir el consumo.
Para conseguir optimizar los consumos hay diferentes alternativas; la sustitución de lámparas convencionales por otras de bajo consumo, como pueden ser las de tecnología led, la sustitución de equipos de climatización y calefacción convencionales por otros de alta eficiencia, la renovación de electrodomésticos por otros con una mejor clasificación energética, el control de los consumos mediante la monitorización ...
Uno de los aspectos que tendrá más incidencia en la eficiencia energética es el autoconsumo y el uso de las energías renovables en general. “Poder producir nuestra propia energía es, sin duda, un cambio de paradigma que ya está contribuyendo a reducir el gasto energético de nuestros hogares”, asegura Miquel Puig. Y añade que “falta mucho camino por recorrer, y la regulación no nos lo pone fácil, pero la sociedad está cada vez más concienciada de los beneficios de la implementación de las energías limpias”.
En el ámbito Industrial, hay también medir, fijar objetivos y hacer el seguimiento. Se pueden aplicar las mismas alternativas que en el ámbito doméstico, pero en este caso gana mucha importancia la automatización de procesos y el aprovechamiento de la energía sobrante, la cogeneración es un ejemplo.
La eficiencia energética, clave para la competitividad en el sector industrial
El alto coste de la energía en nuestro país repercute sin duda en la competitividad de las empresas respecto a otros países. “Es un sector estratégico, que consume el 31% de la energía de nuestro país, con un gran potencial de reducción de energía y de emisiones de dióxido de carbono”, informa Puig. La incorporación de nuevas tecnologías en equipos y procesos de producción y la implementación de sistemas de gestión energética son aspectos imprescindibles para conseguir reducir los gastos energéticos y ser más competitivos.
Nuevos sistemas para lograr un cambio tecnológico competitivo
“Hablar de cambio tecnológico es hablar de industria 4.0, que se basa básicamente en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, y de la digitalización”, según Miquel Puig.
La automatización de procesos mediante dispositivos y equipos electrónicos de última generación, la robótica, y otros sistemas de gestión y control, contribuyen a hacer más eficiente la industria en general. El uso más racional de la energía gracias a estos avances tecnológicos, y la implementación de sistemas de cogeneración, y de las energías renovables en general, son imprescindibles para ser más competitivos en un mundo cada vez más global.
Las opciones de generar energía localmente con solar fotovoltaica y en un futuro próximo el almacenamiento de energía en horas caras para consumirla en horas baratas, devendrán opciones cada vez más frecuentes no sólo para mejorar la huella en CO2 de nuestros productos, sino también para reducir la factura energética.