Aun así, en muchas ocasiones el agua puede producir incrustaciones de cal que se depositan en tuberías, electrodomésticos, mamparas, etc y tener un sabor y olor desagradable por su alto contenido en cloro.
En estas situaciones podemos recomendar la instalación de un descalcificador que evitará las incrustaciones y un equipo de ósmosis inversa que mejorará su calidad.
DESCALCIFICACIÓN:
Las incrustaciones de cal se producen en aguas con alto contenido de calcio y magnesio, denominadas aguas duras, que al calentarse precipitan la cal en tuberías, acumuladores, calentadores, calderas, lavavajillas, lavadoras, etc, reduciendo su vida útil, su rendimiento y aumentando también su consumo de energía.
AGUA + CALCIO + MAGNESIO = AGUA DURA
Las aguas duras perjudican también las tareas habituales de limpieza, desluciendo el aspecto y el tacto de la ropa, la vajilla, la mampara, la grifería, etc. Además, puede obstruir los atomizadores de grifos y duchas.
Existen estudios que indican que más del 70% del agua suministrada por las compañías es agua dura.
La dureza del agua se determina por análisis químico en un laboratorio o mediante un test de dos reactivos. Las unidades de medida más utilizadas son las ppm y los grados franceses de dureza.
Para reducir la cal del agua existen diversos métodos, como son la destilación, la ósmosis inversa y la descalcificación por intercambio iónico. Éste último es el más utilizado tanto en instalaciones domésticas, como en terciarias e industriales; Es un método eficaz y económico, que detallamos a continuación.
Instalado en la red de acometida de agua, precedido de un filtro, el descalcificador consta de:
- Una botella que contiene resina
- Un depósito para mezclar agua y sal (Sodio). Sal que el usuario debe reponer periódicamente
- Una válvula electrónica que gestiona el proceso de descalcificación y la regeneración de la resina.
El agua de la red, una vez filtrada, es conducida a través de la válvula electrónica a la botella que contiene la resina cargada de sodio.
Mediante un proceso químico denominado intercambio iónico la resina retiene el calcio y el magnesio, ocupando el lugar del sodio que queda diluido en el agua.
Cuando la resina ha liberado todo el sodio y su lugar ha sido totalmente ocupado por el calcio y el magnesio, es necesario restituir de nuevo el sodio mediante un proceso denominado regeneración, en el que el equipo aspira del depósito la mezcla de agua y sal, que al circular lentamente por la resina produce un intercambio iónico inverso al producido durante el proceso de descalcificación. Quedando pues, retenido el sodio y liberados el calcio y el magnesio, que se eliminan por el desagüe.
ÓSMOSIS
La ósmosis inversa es el proceso de filtración y depuración de los elementos contaminantes disueltos y no disueltos en el agua. Principalmente se utiliza en el sector doméstico, siendo también utilizados en otros sectores, como el químico, farmacéutico, restauración, etc Veamos a continuación las sucesivas etapas que realiza un equipo doméstico de ósmosis para mejorar la calidad del agua que utilizamos para beber y cocinar.
ETAPAS ÓSMOSIS inversa
Instalado habitualmente bajo el fregadero de la cocina, el equipo de ósmosis se conecta a la red de agua potable.
1ª etapa: Filtro de partículas
Un filtro de partículas con un grado de filtración de 5 micras (14 veces menor que un cabello humano), es el que retiene las partículas de mayor tamaño como la arena, barro, óxido, etc,
2ª y 3ª etapa: Filtros de carbón activo
Dos filtros de carbón activo, el primero granulado y el siguiente extrusionado, eliminan del agua el cloro, el fenol, el bencenol y otros contaminantes orgánicos, mejorando su sabor y olor.
4ª etapa: Osmosis inversa
Posteriormente, un filtro con membrana semipermeable, elimina el 97% de los elementos disueltos en el agua: bacterias, herbicidas, nitratos, nitritos, metales pesados, etc.
Durante el proceso el agua osmotizada se acumula en el depósito de almacenamiento y se evacua por el desagüe el agua sobrante.
5 º etapa: Post Filtro carbón activo
Cuando se abre el grifo del agua osmotizada, ésta atraviesa un último filtro de carbón activo, que elimina cualquier mal sabor que pudiera haber adquirido en el depósito de almacenamiento.
El proceso de ósmosis inversa requiere una presión mínima de 3 bar, siendo necesario instalar el modelo con bomba incorporada en instalaciones con presiones de red inferiores. Existen equipos de ósmosis sin carcasa en los que los filtros y el depósito de almacenamiento están a la vista y, equipos compactos con todos los componentes dentro de una carcasa, facilitando su instalación y reduciendo el espacio requerido.
El avance tecnológico en la fabricación de las membranas semipermeable de ósmosis inversa ha permitido la aparición de equipos de producción directa, sin necesidad de depósito de almacenamiento que, además, reducen notablemente la cantidad de agua necesaria para la producción de agua osmotizada.
Amplia la información en el vídeo formativo de Tratamiento de Agua en el canal de Youtube de Salvador Escoda: https://youtu.be/iZ2q6ZTgv74