Centros educativos, oficinas, empresas, centros de convenciones y todo tipo de complejos demandan soluciones eficientes que impliquen un ahorro económico y que, por supuesto, resulten seguras desde el punto de vista sociosanitario.
Una vez que las consabidas medidas de protección contra el COVID-19 forman parte de la rutina de empresas, colegios u oficinas, el siguiente paso consiste en obtener alternativas eficientes que favorezcan el ahorro económico en un campo, como es la energía, que representa un importante capítulo de gasto para todos estos sectores.
Los sistemas evaporativos utilizados en refrigeración y climatización como apoyo en los sistemas de condensación constituyen una alternativa segura y eficiente. Las nuevas tecnologías que se aplican a este principio han multiplicado la capacidad de enfriamiento de los equipos de refrigeración/climatización, al tiempo que aseguran tanto la eficiencia energética como la protección medioambiental.
En momentos como los actuales en los que priman el ahorro económico y la eficiencia energética, estos sistemas constituyen una alternativa competitiva para colegios, universidades, centros de reuniones o convenciones, oficinas y, en definitiva, para cualquier tipo de edificación o complejo urbanos.
Sistemas evaporativos: ¿cómo funcionan?
centralizados de acondicionamiento de aire (frío-calor) que funcionan mediante bombas de calor reversibles, incrementaría de forma considerable el ahorro energético, de igual forma que en el campo de la calefacción en numerosos edificios existe una caldera central que, a través de una red de agua, distribuye el calor al edificio o conjunto de los mismos.
Si todos los edificios implementaran este tipo de edificios, se lograría:
• Un consumo de energía eléctrica inferior.
• Unos niveles de eficiencia energética y seguridad que no se conseguirían con otro tipo de equipamientos.
• Una combinación idónea de uso de energía y coste de instalación, que deriva en una óptima relación inversión/rendimiento.
• La protección medioambiental queda garantizada en la medida que se reducen las emisiones de CO2, así como el efecto invernadero al limitarse las emisiones de CO2 indirectas gracias al ahorro de energía eléctrica consumida, y directas, por el menor riesgo de fugas de gases refrigerantes. En consecuencia, se trata de una tecnología limpia y respetuosa con el medio ambiente, que favorece la reducción de los efectos del cambio climático.
Principales aplicaciones
Los sistemas evaporativos se utilizan en numerosos sectores. Con la vuelta a la actividad, éstos son los más beneficiados por su uso:
• Edificios de oficinas y centros empresariales: la demanda energética de las grandes y pequeñas empresas representa en nuestro país alrededor del 30% del total frente al 13% que supone aproximadamente el sector servicios, por lo que buscar e implementar soluciones que ayuden a reducir dicho consumo es una prioridad. En este contexto los sistemas evaporativos garantizan un coste energético mínimo, constituyéndose como una de las soluciones más innovadoras y eficaces para este sector.
• Palacios de congresos, recintos feriales, centros de convenciones y demás complejos de estas características: en todos ellos los sistemas evaporativos combinados con los sistemas de climatización (frio/calor) ofrecen una óptima relación coste/eficiencia.
• Colegios, universidades y centros educativos en general: en estos entornos los sistemas evaporativos pueden ser una alternativa al aire acondicionado o en combinación con el mismo, aportando una solución segura a nivel sociosanitario, ecológico - los sistemas evaporativos no refrigeran el aire con gas refrigerante sino que lo enfrían por el simple y natural proceso de la evaporación- y económica tanto a nivel de instalación como de mantenimiento al reducirse el consumo eléctrico. Escuelas técnicas, colegios y liceos son algunos de los centros educativos en los que ya se utilizan los sistemas evaporativos.
• Complejos hospitalarios: si bien es cierto que estos centros han estado funcionando a pleno rendimiento durante los últimos meses, aún tienen por delante tiempos de intensa actividad. La refrigeración de los centros hospitalarios, fundamentales en esta crisis sanitaria y en los que el acondicionamiento de aire resulta prioritario, puede verse beneficiada con el uso de sistemas evaporativos. La evacuación del calor de condensación que requieren los procesos de refrigeración en grandes complejos socio-sanitarios, ya se trate de hospitales o de residencias geriátricas, encuentra en los mismos una combinación óptima en lo que a ahorro energético y costes se refiere. Esta tecnología se convierte en una alternativa segura y eficaz en este tipo de superficies.
Conclusiones
En una sociedad como la actual en la que el ahorro de energía y la búsqueda de fórmulas que ayuden a mejorar la eficiencia energética resultan prioritarias, los sistemas evaporativos ofrecen en todas aquellas aplicaciones en las que se requiere refrigeración unos ratios de eficiencia energética muy superiores a los proporcionados por otros sistemas.