Algo lógico si tenemos en cuenta que, actualmente, el transporte por carretera supone el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España.
La buena noticia es que, en tan solo un año, las ventas de este tipo de vehículos han crecido un 226%. Para consolidar su adopción, eso sí, será muy necesario acelerar el despliegue de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos, y eso involucrará a muchas viviendas unifamiliares. ¿Por qué y cómo? Lo analizamos a continuación.
Su importancia en las viviendas
Una de las dificultades que el VE está encontrando para despegar en el mercado español es la escasa red de carga pública. Según un informe de Deloitte, necesitaremos aproximadamente 90.000 puntos de recarga de acceso público en 2025, mientras que ahora solo contamos con 11.500.
En este sentido, muchos estudios y expertos apuntan a que en los próximos años el 95% de la carga se producirá cuando el coche se detiene (en casa, en el trabajo y en el destino) y, por lo tanto, en edificios y viviendas.
Pero cargar un vehículo eléctrico no es como cargar el móvil o un portátil. Se necesita una alta potencia a una alta frecuencia durante horas. Si no se hace con una infraestructura de recarga correcta e inteligente, esto podría representar, como mínimo, una carga muy larga, por tener que hacerla a poca potencia, pero sobre todo el riesgo es provocar una sobredemanda de energía, provocando un calentamiento de los cables o incluso un apagón, poniendo en riesgo la instalación de la vivienda. La mejor y más segura forma de cargar un VE en el hogar es una estación de carga dedicada con su propia toma de corriente.
¿Cómo elegirlo e instalarlo?
Es fundamental que la instalación la realice un electricista profesional y que éste se asegure de que la instalación incluye las protecciones adecuadas:
• Protección de falla a tierra (GFI) clase A (protección para las personas) - Protección diferencial Tipo A y un equipo que asegure la desconexión de la alimentación en caso de fugas de CC de 6mA.
• Protección contra sobretensiones transitorias (protege el vehículo y estación de carga) -
• Además de la tradicional protección magnetotérmica, que protege la instalación
Para evitar problemas, es importante que el cargador que se instale en una vivienda unifamiliar cuente con una gestión integrada con el sistema de gestión de los recursos energéticos central de la vivienda. De esta manera, el cargador dispondrá de la conectividad suficiente para regular de forma autónoma la potencia de carga para evitar superar la potencia contratada.
Es el caso de EVlink Home de Schneider Electric, un sistema de carga específico para viviendas unifamiliares, que permite cargar un vehículo eléctrico en la vivienda en 4 horas (dependiendo del coche), con seguridad, sin riesgo de sobrecargas y sin afectar a la disponibilidad de energía de la vivienda. Cuenta con un sistema anti-disparos que se adapta continuamente a la disponibilidad de la potencia eléctrica, evitando así cortes de luz durante la carga.
En definitiva, contar con un cargador para vehículo eléctrico en una vivienda unifamiliar actualmente resulta más cómodo, seguro y rápido. Además, ya existen ayudas públicas para la instalación de puntos de recarga, como el MOVES III, lo que está facilitando la decisión de muchas personas, y acelerando el camino hacia un nuevo panorama energético, muy necesario para el medio ambiente.