El ejercicio 2022 ha estado marcado por la vuelta a la normalidad en la movilidad internacional, que ha beneficiado mucho a un país como el nuestro con una gran industria turística, la irrupción de la guerra en Ucrania y unas fuertes tensiones inflacionistas. Dichas tensiones también han afectado a nuestro sector y, aunque la inflación se ha suavizado en los últimos meses, continuará siendo un tema a seguir este año, especialmente si el fin de la política de Covid 0 en China provocara fuertes crecimientos de su economía, afectando a la demanda mundial de materias primas.
Para 2023 se mantiene un notable nivel de incertidumbre. Además de la ya mencionada inflación, el conflicto en Ucrania o la desaceleración de las principales economías de nuestro entorno, nos afectarán negativamente especialmente en los primeros meses del año. Sin embargo, el proceso de electrificación de nuestras sociedades se está traduciendo en una importancia creciente de la movilidad eléctrica, el impulso a las energías renovables y la eficiencia energética. Todo ello juega a nuestro favor y la Junta Directiva de AFME confía en que podamos cerrar 2023 con un crecimiento entre el 5% y el 7% para el mercado nacional.
También confiamos que aumente el ritmo de implementación de los programas de ayudas relacionados con los Fondos Next Generation UE. AFME junto con otras Asociaciones vinculadas al sector, seguirá velando para que estos fondos impulsen la tan necesaria rehabilitación de las instalaciones eléctricas de nuestro país.
Por último, recordar que en esta estadística las empresas de cable dan sus resultados en volumen (toneladas), para evitar distorsiones por las fluctuaciones de los costes de las materias primas.